Deja de medir la vitamina D

Deja de medir la vitamina D

La evidencia actualizada no avala los umbrales de suficiencia e insuficiencia de vitamina D... ¿y entonces?

A mediados del 2024, la Endocrine Society actualizó su documento sobre suplementación de vitamina D… y sorprendió a muchos.

¿Qué cambió?

Sostiene que los umbrales “clásicos” (suficiencia: > 30 ng/mL, insuficiencia: 20-30 ng/mlL y deficiencia: < 20 ng/mL de vitamina D sérica) que se habían fijado en el año 2011 no son útiles, y propone dejar de usarlos. Esto representa un gran cambio en la práctica clínica.

 

¿Por qué tomaron esa decisión?

En los últimos años se hicieron grandes ensayos clínicos que evaluaron el efecto de la suplementación con vitamina D en el riesgo de distintas condiciones. Estos estudios no pudieron demostrar que alcanzar niveles por encima de los umbrales reduzca el riesgo de fracturas óseas, enfermedad cardiovascular, cáncer o infecciones. Es decir: hacer que las personas pasen de niveles insuficientes a suficientes de vitamina D, no tuvo beneficio clínico.

Las funciones de la vitamina D son múltiples, y van mucho más allá del metabolismo fosfocálcico y la salud ósea. Se han descripto efectos a nivel inmunitario, cardiovascular, metabólico, anti-tumoral… Y por ello, se tenía mucha esperanza en que suplementar vitamina D redujera el riesgo de infartos, cáncer e infecciones. Lamentablemente, la evidencia hasta ahora no ha acompañado estas esperanzas. 

A pesar de que esto puede resultarte sorpresivo, para los que venimos siguiendo los trabajos sobre vitamina D, es simplemente una conclusión lógica y esperable (aunque, la verdad, decepcionante). 

Si sos profesional de la salud, te sugerimos leer el documento completo y su editorial asociada, donde se analiza detalladamente la evidencia científica.

 

¿Qué hacer entonces con la vitamina D?

No se recomienda la medición de rutina de los niveles de vitamina D, ya que como explicamos más arriba, no se ha podido demostrar beneficios consistentes de la estrategia “treat to target”, o “tratar hasta el objetivo” en personas generalmente sanas.

¿Qué sí se recomienda? Alcanzar la IDR (ingesta diaria recomendada) de 600 UI/día. Esto puede lograrse con exposición solar, alimentos y/o suplementos.

En el caso de elegir la suplementación, se puede hacer de forma “empírica” o “a ciegas”. En esas dosis es segura, efectiva y económica.

Importante: Todo esto aplica a personas que no tengan una indicación específica de medir o suplementar vitamina D.

 

¿Y en personas con alimentación basada en plantas, vegana o vegetariana?

La recomendación es la misma: ¡Alcanzar la IDR!


Conclusiones

La editorial asociada a las nuevas guías de práctica clínica de la Endocrine Society se titula "Insuficiencia de Vitamina D y humildad epistémica". Creo que el término es muy acertado, honesto y valiente. La humildad epistémica implica aceptar que no lo sabemos todo y que podemos equivocarnos, estar dispuesto a cambiar de opinión ante nueva evidencia, y buscar la verdad (no tener razón). Comprender esto y actuar en consecuencia no es sencillo, ya que muchas veces colisiona con el orgullo y el ego, pero lleva al progreso científico y a mejores resultados clínicos.

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Ariel Kraselnik
Médico cardiólogo, profesor universitario e investigador. 
Co-director del posgrado “Nutrición Basada en Plantas. Salud, ética y soberanía alimentaria” FCM-UNR



La evidencia actualizada no avala los umbrales de suficiencia e insuficiencia de vitamina D... ¿y entonces?

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